¿Qué es el síndrome del cuidador quemado, y cómo puede afectarte?

El síndrome del cuidador, también conocido como burnout o estrés del cuidador, es un fenómeno común entre aquellos que se hacen cargo de un ser querido. Se caracteriza por un estado de agotamiento físico, emocional y mental al no disponer de tiempo suficiente para sí mismos. 

La presencia de este fenómeno ha sido tan relevante, que en 2019 la OMS clasificó el síndrome del cuidador quemado como enfermedad profesional.

A pesar de ello, muchos cuidadores son familiares que se ocupan de asistir a sus padres o abuelos de forma voluntaria. Por ello, te explicamos cómo detectar los síntomas del cuidador quemado, y qué puedes hacer para reforzar tu bienestar, mientras cuidas de otros.

Conoce también las ayudas del Estado para cuidadores de personas dependientes.

¿Qué provoca el síndrome del cuidador?

Existen diferentes roles al organizarse en familia, para cuidar de personas mayores en casa.

Por un lado, destaca el cuidador principal, aquel que acompaña a la persona dependiente en su día a día.

Por otro, encontramos al cuidador a distancia,  una figura que invierte una menor cantidad de su tiempo a este fin, a pesar de asumir cierta responsabilidad, 

Hablamos de síndrome del cuidador, sobre todo en personas que asumen la primera situación, aunque pueden darse en ambos casos.  

Una de las enfermedades comúnmente relacionadas con el síndrome del cuidador quemado es el Alzheimer.

Según la Fundación Pascual Maragall, una de las enfermedades comúnmente relacionadas con el síndrome del cuidador quemado es el Alzheimer, dada la cantidad de horas que los familiares necesitan invertir en el paciente.  

Roger Guasch, CEO de IMA Health, también es testigo de la dedicación que precisa un familiar con esta condición.  

“Desde que mi madre Inma fue diagnosticada de Alzheimer, dediqué mi tiempo y mi carrera profesional a mejorar su calidad de vida. Mi prioridad era asegurar que no se olvidaba de ninguna toma.”

Roger Guasch, CEO de IMA.

Las enfermedades neurodegenerativas no son la única causa del síndrome del cuidador quemado. Asistir a una persona dependiente, y no contar con el apoyo de un cuidador profesional, o no apostar por una residencias de ancianos, puede volcar mucha presión sobre los familiares.

¿Cuáles son los síntomas cuidador quemado?

Los síntomas del síndrome del cuidador quemado pueden variar, pero generalmente incluyen agotamiento físico, emocional y mental. Además, también afecta a su conducta y entorno, generando aislamiento social, pérdida de interés en sus hobbies e irritabilidad

También puede experimentar cambios en los patrones de sueño, y falta de apetito o de concentración.

Es importante reconocer los síntomas del síndrome del cuidador, y tomar medidas para prevenir su aparición. Te explicamos cómo en el siguiente punto.

¿Cómo combatir el síndrome del cuidador quemado? 

La labor de un cuidador es ayudar a una persona dependiente en todo momento, pero… ¿Quién cuida de un cuidador? 

Para entender mejor esta situación, nos volvemos a apoyar en las palabras de la OMS: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social.”

Tal y como explica Ismael Saquete, Psicólogo en el Hospital Victoria Eugenia Cruz Roja, más allá de sus obligaciones, también existen una serie de derechos básicos para que un familiar no caiga en el síndrome del cuidador quemado.

Respetarlos y ser conscientes de sus límites favorecerá un estilo de vida más equilibrado.

1. Derecho al cuidado personal

Cuando cuidamos de alguien más, priorizamos su bienestar, relegando nuestras propias necesidades a un segundo plano. De esta manera, es muy sencillo caer en el síndrome del cuidador sin percatarnos.

Tus necesidades físicas y emocionales también son importantes. Escucha a tu cuerpo, y conoce qué eres capaz de abarcar. Descubrir en qué situaciones contar con un apoyo externo reforzará tu salud y te ayudará a recobrar fuerzas.

2. Independencia ocasional 

Es fundamental que cuentes con un espacio personal, donde disfrutar de tu tiempo, y dedicarlo a lo que más te guste. Conectar con otras personas o retomar hobbies te ayudará a evitar el síndrome del cuidador quemado, y enfocar tus tareas de asistencia desde otra perspectiva. 

3. Aceptar nuestras emociones

Cuidar de un familiar y devolverle todo el amor y cariño que nos ha brindado es una tarea reconfortante. No obstante, las tareas pueden resultar abrumadoras, llevándonos al síndrome del cuidador quemado.

En estos casos siempre es recomendable hablar con un psicólogo para que nos guíe en el proceso, y no sentir culpa por experimentar estas emociones.

4. Pedir ayuda externa para evitar el burnout

Tratar de abarcar todas las necesidades que presenta una persona dependiente es muy difícil. En muchas ocasiones, necesitamos complementar nuestro trabajo con servicios sanitarios, o de asistencia. 

Para ayudarnos con la medicación, por ejemplo, algunas farmacias realizan servicios SPD, es decir, organizan las tomas diarias por ti. De este modo, podrás tener el plan médico ya preparado, y tachar de la lista esta tarea.

Nunca es tarde para adoptar estos hábitos, y es que nos pueden ayudar tanto a prevenir como a contraatacar el síndrome del cuidador quemado.